Desiderio Arias:



Desiderio Arias:
Patriota,Valiente, Combativo Guerrero de la Libertad y la Paz, pero con Honor”.
  Esta es una version Libre sobre la vida valerosa y la tragica muerte de Desiderio Arias, ultimo general Espadachin Dominicano que ofrendó su preciada sangre por la libertad e independencia de nuestro pueblo.
            Autor Rafael Rosado (Tony)                                                                                            Correo: rafaelrosado.tony@gmail.com
 
  “Yo era apenas un niño de teta, la primera vez que oí hablar de Desiderio Arias. Nunca pensé ni por asomo que lo vería de nuevo tan de cerca". 
      
       Estas fueron las palabras del doctor Tételo Trombina Kurioso, cuando le pregunté si conocía al mas famoso caudillo del siglo veinte (XX). Este conversatorio con el maestro, y vidente místico, se desarrolló en los territorios fabulosos, mágico-maravillosos de la Maga ILuminada Beliar, en una oportunidad que estuve yo aquí visitando la metrópolis con mi amigo BAMBILON. 
      El señor Kurioso  me contó sobre Desiderio, porque dice: “Hoy…con tantos falsos patriotas, usureros de la política, que han vendido el país al narco-poder nacional y extranjero, te quiero hablar de Desiderio Arias: Patriota, valiente, combativo guerrero de la libertad y la paz, pero con honor. Aquí, he tenido el privilegio de compartir y enterarme de su propia voz, sobre los detalles mas recónditos de su martirizada vida”. –me decía-  el doctor y maestro de los magos.
 
     “Hace ya mucho, muchísimo  tiempo. Estaba yo en mi casa en Cañongo, cuando llegó a casa del abuelo Don Armando Belliard una señora grande, blanca con dos niños envueltos en unos trapos. Crecimos juntos, haciendo mil travesuras, hasta los catorce años. A este, Desiderio Arias, yo  no lo volví a ver más, hasta encontrármelo de nuevo en Limbotropia,  ya vuelto un viejo.
 
       Yo conocí a Desiderio y a Ñico cuando niño, muy a menudo las recuas de mulos cargadas de las mas variadas mercancías paraban donde el abuelo Armando Belliard.  Era tiempo para darle de comer y beber a los caballos, burros y mulos en la tina de la pluma publica. Desiderio se iba a conversar con el abuelo, mientras que Ñico aprovechaba para limpiar los zapatos de toda la familia. 
       Pasado un tiempo los dos desaparecieron. Ñico Lora se dedicó a acordeonista (merenguero típico), fue así, como acordeón en manos, anduvo tocando, cantando y componiendo por todos los pueblos, las historias que veía y les contaban los moradores. Este Ñico Lora,  me quedo en la memoria del recuerdo para siempre,  puesto que a una de las tantas novias del abuelo le compuso el merengue: “TINGO TALANGO”, que aun se sigue escuchando.  
       Por su parte, Desiderio Arias, se fue a dirigir  su ejercito de patriotas conocido como Los Bolos-Patas Negras, expertos tiradores, peleadores de machetes, valerosos, bravos, audaces, montoneros y guerrilleros libertarios, creadores de las mas hábiles estratagemas para vencer a los ejércitos enemigos mucho mas preparados que ellos, pero mas cobardes, eso si, dejando siempre llanuras de cuerpos de soldados enemigos tendidos por donde pasaba su baluarte, en sus luchas contra Los Rabudos.
 
      Principalmente, quiero mencionarte la histórica batalla escenificada en la estación del desaparecido ferrocarril de Navarrete-Puerto Plata. Allí, inició la ardua refriega, conocida como “El choque del Ferrocarril” (*1), que algunos cronistas e historiadores interesados y vendidos a la tiranía Morillista nunca mencionaron, creyendo que su estratagema lograría borrar de la memoria del pueblo este singular acontecimiento. 
       Es ahí, donde  aparece el cronista del pueblo,  Don Ñico Lora, para narrar en su merengue: “DESIDERIO ARIAS” las hazañas y batallas guerreras del general del honor, en pro de la libertad: “De Juan Calvo a las Mercedes, de Chacuey a Dajabon, Desiderio fue el mas guapo  cuando mataron a Mon”, para que nadie pudiera olvidarlas jamás.
 
       Un atardecer de un día cualquiera, a Desiderio  Arias lo mataron, (por lo menos eso fue lo que se dijo) porque ya el guerrillero liniero se había convertido en un problema para la gobernabilidad del país, compitiendo con el poder del jefe, Tolima Morillo. 
      Aunque viejo y vencido,  se temía que en cualquier momento, Arias volviera a alzarse con sus partidarios. Mandaron a que lo bajaran del monte, vivo o muerto, pero todo les salio mal,  porque a consecuencia de las inexplicables paradojas de la vida,  el general Desiderio, no murió en esa emboscada. Testigos aseguran que los hechos sucedieron así:
 El Teniente  GELIDO DANTES, llegó con la cabeza del muerto patriota en un macuto, donde el generalísimo, Manuel Tolima Morillo.
 
        -“Aquí le traigo al renegado” –le dijo- al jefe. El mismo Morillo, sacó la cabeza del macuto y la colocó encima de un reloj de arena, para que estilara la sangre, y se tomó un baso sin respirar. 
         -“!Uuufffsss”.-dijo- y saboreó. Luego se sacudió como una gallina. Un falso vidente, de los luases, llamado Kandi Bali, de los cocales de Mejia, Navarrete, le aseguró al jefe que si tomaba la sangre del patriota, Desiderio Arias, nadie lo podría matar ,  ni quitar del poder.(*2)
 
        Luego de haber degustado, la sangre del muerto, el sátrapa, pidió un trago de Pedro Domec(*3). Se enjuagó la boca y con un cinismo estridente encrespó al guardia que trajo la cabeza. 
         -“Pedazo de bruto, como hiciste esto?. Ahora los derechos humanos y la iglesia van a empezar a atacar mi gobierno.
 
          - Perdone…¡No fui yo Jefe!! Fue BLANDINO FERNANDEZ…¡ fue él, quien le cortó la cabeza… y… El General MOSEPHER ESTELA me la dió para que se la trajera… dizque como Usted le había ordenado”. Yo solo cumplí sus órdenes.
 
           -“Pedazos de burros…Yo les dije que lo capturaran, no que le cortaran la cabeza. Vete y busca el cuerpo y dile al cirujano, doctor Socrates Hipocrito que se la ponga de nuevo, para rendirle los honores militares que se merece un general de su categoria” 
            -¡Señor, si señor! se oyó decir, al Teniente Gelido Dantes, y se retiró con la cabeza del malogrado Desiderio Arias. En el camino de la búsqueda del abandonado cuerpo,  pusieron la cabeza en la punta de una bayoneta y la pasearon en una camioneta por todos los pueblos de Santiago y la línea Noroeste. Dizque para escarmentar a sus seguidores.
 
           -“Eso si”, -me decía- Don Tételo Trombina Kurioso. –“Debo decirte que desde que tomó la sangre de Desiderio, el jefe, Manuel Tolima Morillo, comenzó a tener unas pesadillas horribles. 
       En las cuales él se convertía por fracciones de segundos -mientras duraba el viaje onírico- en Desiderio Arias. Dicen, que podía estar acostado en su cama, o en cualquier lugar, y les asaltaban las terribles pesadillas… actuando el jefe… como si fuera el  caudillo liniero.
 
              -“Soy Desiderio Arias…hombre de paz” ¿Qué digo? si yo soy el jefe, Manuel Tolima Morillo? ¡A pelear mí ejercito de patas negras!! La Victoria es nuestra, se oyó una voz gritar, en medio del sueño: -“¡!Ahí viene Desiderio Arias con sus huestes!!”…y el jefe, despertó de su pesadilla, muy confundido y asustado.
 
              -“Era un sueño de otro que soñaba conmigo…” fue así como Desiderio Arias soñó que venían a matarlo, por ordenes del mismísimo jefe. El estaba en el arrozal  con su machete al cinto, trillando una pila de arroz Toño Brea, Cuando salió de trabajar, casi llegando a El Camino Real ( La carretera) como le decían, alcanzó a ver las luces encendidas de dos carros, del temible servicio secreto que se aproximaban. 
        Se escondió dentro de una zanja, y pudo ver que los carros se dirigían al único rancho que había en esos predios, de su propiedad. Debido a la forma tan estrepitosa y desenfrenada de correr que llevaban, se dió cuenta que no traían buenas intenciones. Todos iban armados hasta los dientes y los acompañaba un haitiano, que les servia de guía.
             Permaneció escondido por largo rato, esperando a ver lo que iba a suceder. Ya casi cansado y desesperado vio a lo lejos, que los dos carros (sepillos) regresaban donde él esperaba. Uno de los guardias, llevaba guindando un macuto, estilando sangre. Siendo evidente que dicho macuto contenía la cabeza de alguien. 
     Sintió mucho miedo, pensó que también a él lo atraparían, cuando ya casi pasaban por su frente, corrió por un pajonal, y vio una casa abandonada, se tiró debajo de la cama, luego se paró para salir por la puerta… al escuchar unos fuertes pasos que se aproximaban, entonces oyó la voz de alguien que no podía ver, gritándole…”POR AHÍ NO BUSCA DEBAJO DE LA CAMA”. 
       Me dijo que se deslizó como levitando por un túnel, yendo a parar a la ciudad subterránea.
 
       Nunca pudo enterarse, de quien era aquella voz que le enseñó el camino a la metrópolis, porque era como un espíritu de ultra tumba, un ser sin rostro, como venido del mas allá. –“Fue así” –me dijo- el general, “como aquel afortunado sueño me salvó de la muerte”.
 
        Luego de llegar a la ciudad fantástica, se enteró  cómo habían masacrado a  gran parte de su familia. Producto de que no pudieron dar con él.
 
        Hay quienes me han testificado, que aunque se tomó su sangre y lo sabia muerto, por alguna extraña razón, sin explicación,  al final de todos sus sueños, Morillo, veía sonreír a Desiderio…en una de estas… fue  a visitar la tumba del malogrado jefe de los bolos…para ver si era verdad que estaba muerto y enterrado. 
       Cuando se encontraba en el campo santo, llovía, relampagueaba, numerosos truenos, rayos y centellas iluminaban la noche, vio una espesa neblina, transportando un vendaval, inconfundible, no era otro mas que, el general del honor…El que a nadie mato.      Pasó por su lado,  tan vivo, que no parecía muerto…lo acompañaba un haitiano, al que Tolima no pudo ver bien, porque le faltaba la cabeza. Desiderio,  dizque le habló y  le afirmó a Tolima Morillo: -“YO, NO ESTOY MUERTO… EL QUE ESTA EN ESA TUMBA… NO SOY YO”. 
       Cuando la Viuda Pomona Navarro, estaba preparando el cadáver de su esposo, Desiderio Arias para depositarlo en el ataúd, uno de sus hijos menores entró al cuarto y gritó: “Ese que esta ahí muerto no es mi papá…ese no es mi taita Desiderio” . Entonces la madre lo reprendió: “Cállate, muchacho de Dios, Cállate, por favor sáquenme este niño  del cuarto”. Antes de que lo sacaran el niño salió  llorando y corriendo  entre la multitud que se agolpaba en la vivienda de Montecristi. Dicen que el general le envió una carta con un mensaje secreto a su esposa donde le decía: “ Vivo…Estoy Vivo…en LIMBOTROPIA. Luego mandaré por ti…amor mió”
 

Muy consternado y preocupado,  el Chivo, Chapita,  como le decían al Jefe, regresó al palacio…sin saber como ni cuando…Luego de correr como cosa de loco, por el susto tan grande de ver al general vivo en el cementerio. Salió tan de prisa, que  olvidó su lindo caballo. 

     
  Ya mas calmado…en su palacio, como todo un rey…sonó una fanfarrea, de película china... Salomón Hadad abrió la puerta y entraron varios guardias de sus mas cercanos colaboradores…Trayendo en las manos una bandeja de oro, sobre la cual había algo tapado con un alto sombrero, como el usado por los magos. Ellos eran, ANTONIO IMBERT BARRERAS, ANTONIO DE LA MAZA, HUASCAR TEJEDA, EL TENIENTE AMADO GARCIA GUERRERO, PEDRO LIVIO CEDENO y SALVADOR ESTRELLA SADHALA, Y ROBERTO PASTORISA… 

       Salomón Hadad tomó la palabra y dijo: -“Mi general…lo prometido es deuda. Los caballeros aquí presentes traen un mensaje para Usted”. 

       Uno de los ayudantes personales de Tolima Morillo, Antonio de la Maza, leyó el mensaje: -“Así, vivió... y con la vara que midió... con esa misma vara lo midieron...Si señor...esa es la verdad...el que a hierro mata... que no crea que va a  morir a escobazos”.  

      - “Según el soldado hablaba, el sombrero se movía. Yo diría que hasta se oía un gargajo como de alguien queriendo hablar”. Me contó el general Arias. “Entonces pude ver claro, Era yo,  quien estaba sentado en la silla presidencial. Cuando Imbert Barreras destapó aquella charola dorada pude ver la cabeza ensangrentada, del ya viejo general Tolima Morillo, que saltaba en un baño de sangre… soñando con su propia muerte…para luego verse montado en su auto, camino de San Cristóbal, a donde otro auto negro lo perseguía… disparando como cosa de loco.   

      En medio de aquel tiroteo, cerca de la muerte… solo llegó a pronunciar estas palabras: “Dobla que nos van a matar!!Disparen Cobardes!! Luego, balbuceo algunas cosas sin sentido, “¡!Móchenle la cabeza a ese maldito traidor!!” ¡ “MUERTE AL TRAIDOR” ¡
 
       “Mi Jefe, mi jefe” se oyeron las palabras de alguien, que sin mediar palabras, movía al dictador. –“Despierte mi jefe”-volvió de nuevo a decir- la voz que lo llamaba consternado. No era otro más que Tatin Goren Tuert. 

      Tolima Morillo…Gritaba, sudaba, muy asustado…por aquella angustiante pesadilla.
        –“¡El caballo! ¡Se va a llevar mi caballo!”-solo decía-Mientras, el señor, lo movia infructuosamente para despertarlo. –“Despierte Comandante –volvió a insistir- -“¿Qué…? ¿Qué pasa?”-le infirió-  a su ayudante personal. –“Nada, que mi padre, me reportó que unos trabajadores suyos vieron a Desiderio Arias, en los alrededores de la Metrópolis, conocida como Limbotropia, y nos informaron que el viejo general, está preparando a sus moradores para iniciar otra revuelta contra el gobierno.
 
       Además, dicen, que se ve un muchachón, que esta mas jovial que nunca, dizque, porque se baña todos los días, en el lago de la eterna juventud, ubicado en la pailita”-Muy preocupado- el jefe ordeno:
 
    -“Pronto!,  ¡ prepara los caballos ¡ ¡ y sin que nadie lo sepa, esta misma noche partiremos a Limbotropia.  Yo quiero verlo personalmente, con mis propios ojos, para ver si es verdad, que esta vivo, el desgraciado general, ese. De paso aprovechamos para darnos un chapuzón, en el mencionado lago de la juventud”.

       Hay quienes aseguran, que el dictador vino a ver a Doña ILuminada Beliar para prepararse con ella, pero para mí, que  soy el asesor más cercano de ILuminada Beliar, me parece que esos son puros cuentos. Ya supe que él, supuestamente estuvo aquí, antes de ser presidente y  que luego volvió con el pretexto de encontrar a Desiderio…pero, la verdad es que solo quería bañarse en el lago de la eterna Juventud, de la pailita, donde esta la fuente de agua natural que cura siete clases de enfermedades mortales...El dictador quería curarse la vejez que lo estaba consumiendo…Pero...Yo te aseguro, que no es cierto... Manuel Tolima Morillo, a LIMBOTROPIA no ha entrado  jamás. Ni vivo ni muerto.
 
        En nuestra ciudad fantástica no se aceptan dictadores, pichones de dictadores, asesinos, machistas, proxenetas, violadores, adictos, narco-políticos, corruptos de pacotilla, pulpos, delincuentes, tiburones-diputados, senadores-usureros, jueces-vendidos, abogados-tránsfugas, ballenas-arribistas, Militares-gorilas, ni policías-traficantes, bochincheros-seudo-periodistas de baja ralea (*4), aves de mal agüero, lavadores, banqueros-ladrones, en fin…toda esa mala casta de buitres que hunden el país de Duarte. Aquí no, aquí no entran ni siquiera vueltos fantasmas.
 
       “Bueno”, -me dijo- el doctor Kurioso. –“Ahora que te hablo de fantasmas, te voy a relatar otro episodio de la vida del general.  Luego de haber pasado unos días con nosotros, el general quiso volver a su campo. Le dijimos que no se fuera, pero él se empecino y se fue”. 
       “Un fantasma, se encontraba preparando una horca, en un alto palo de jabilla...protegido por la noche mas oscura, de luna llena...con una torrencial lluvia, de relámpagos, truenos rayos y centellas...de improviso se apareció otra sombra fantasmagórica. 
       El que llegaba le preguntó al que encontró: -“ ¿Cómo se llama Usted y que hace preparando esa horca?” –“Yo, señor, me llamo Silvelio Pie, y fui quien tlajo lo' gualrdia' al lancho de Desidelio Alias, el día que lo matalon” -“¿Con que fuiste tu?” –“Si fui yo, pelo yo solo tlaje los guardias al lancho, le julo que yo, no soy culpable de na” –“Si no eres culpable de nada, que haces con esa horca?-de nuevo- preguntó el general. 
       –“Señor, no puedo dolmi de noche ni de dia. Desde que aquello paso. Todo’ lo’ dia’ sueño hasta de’pielto con el general.  Se me aparece dondequiera. Ya casi me’toy volviendo loco. Vale ma’ estal muelto que viví’ pasando e’ta temible neurosis” 
       –“De verdad? ¿Te ibas a ahorcar?” –le dijo- al asustado hombre. –“No!? ¿Cómo cle? ¿Cómo podlia yo ajorcarme, si e’ta U’ted viendo que yo no tengo cabeza?. 
       –“Si no te ibas a ahorcar, entonces que haces aquí? –“Mile, ese dia lo’ gualrdia', me colrtalon la cabeza, y se la llevalon en un macuto, pala decir que yo,  ela Desidelio Alias.
         ¿Pero Usted? ¿Qué hace aquí? ¿Quién es Usted? ¿Cómo se llama?” –Muy asustado- pregunto el fantasma del ahorcado, al otro señor.
 
       -“Yo igual que tu, vine a este sitio, para saber que paso con el cadáver de Desiderio Arias? porque algunos dicen que no murió, otros que fue a su hermano que mataron?.
       Cuando en eso estaban, se oyeron unos pasos, un ruido, de hojas secas quebrándose, como de tropas que se acercaban, sigilosas…como en un sueño…
 
           -“Mira tu como son las cosas de los sueños” -me dijo- el doctor Kurioso. “Yo le pregunté a Desiderio en sueños por su hermano gemelo, y hay quienes aseguran, que no fue a Desiderio al que le mocharon la Cabeza, sino a su hermano, que según era idéntico a él.
      Dizque los guardias se confundieron, aquella noche allá en Gurabo, Mao, y pensando que este era Desiderio, le cortaron la cabeza”.
 
       “No hicieron caso”, el mellizo, de Desiderio -le decía- en vano, “yo no soy Desiderio, yo soy su hermano”. –“Todo fue en vano, porque  ellos no le creyeron. Esta sospecha mia la terminé de comprobar el dia que el general se presentó aquí en LIMBOTROPIA huyendo de la persecución del tirano Manuel Tolima Morillo…las tropas lo perseguían…se acercaban sigilosas.
 
      -“!Mira allá” –dijo el general- en voz baja. –“Por ahí, vienen tres hombres”. –“Si” –ratificó- el haitiano. –“Y son gualrdia', con sus fusiles”. Ellos se aproximaban un poco separados. Los dos fantasmas les salieron al frente.
 
      -“No me confundan, yo soy El Teniente Gelido Dantes. Yo solo cumplía ordenes…  todos disparamos… yo dispare todas las veces que pude… hasta donde alcanzo mi pistola y mi fusil…pero fue BLANDINO FERNANDEZ, quien LE CORTO LA CABEZA a Desiderio Arias. . Yo solo, llevé la cabeza del general muerto al jefe, Tolima Morillo. No fui yo…quien lo mató, Jaaa, Jaaa, Jaaa ¡ riendo como un loco, salió corriendo, perdiéndose en la oscuridad de la noche.
 
       Los dos fantasmas, caminaron unos pasos más, hasta dar con otro de los guardias.
       -“No me maten… Yo soy el General Mosépher Estela, pero yo solo cumplía ordenes…  todos disparamos… yo disparé todas las veces que pude… hasta donde alcanzó mi pistola y mi fusil…pero fue BLANDINO FERNANDEZ, quien LE CORTO LA CABEZA a Desiderio Arias. Yo solo, le mandé la cabeza del general muerto al jefe, Tolima Morillo. No fui yo…quien lo mató, Jaaa, Jaaa, Jaaa ¡ riendo como un loco, también salio corriendo, hasta desaparecer, en la espesa oscuridad.
 
       Finalmente los fantasmas llegaron donde se encontraba el Teniente, conocido como BLANDINO FERNANDEZ .
 
       -“Yo soy el Teniente Blandino Fernández…Si, yo disparé…no voy a decir que no. Disparé todo cuanto alcanzó mi pistola y mi fusil. Para que decir que no, si Ustedes saben, que yo disparé. No voy decir que no, solo para que me perdonen. Yo se que no tengo perdón de Dios. Si, yo corté la cabeza del General Desiderio Arias, pero esas eran las órdenes del generalísimo. Si no llevaba la cabeza de Desiderio, me dijo que me iba a cortar la mia … mas que nada…esa pesadilla maldita que quebraba mis sesos…donde Tatin Goren Tuert… me Gritaba a cada rato:”¡MATALO! ¡MATALO COBARDE! ¡MATALO!! Eso tiene que ser cosa de brujería!! Se lo juro". Al contrario de los otros dos fue el único que no salio corriendo.
      -“Vete…buen cobarde” –Se oyó- gritar y ordenar a uno de los fantasmas. Vete, antes de que por primera vez tenga que matar a un hombre. Si es que se te puede llamar hombre sin ofenderme a mi mismo”.
 
       Mas tarde me enteré, que este Blandino Fernández, termino ahorcándose, con el lazo que dejó preparado el haitiano, en aquella mata de Jabilla. 
       También tenía un tiro en el corazón y otro en la boca. Su muerte es un enigma. No se sabe como ni porque murió de esta manera.
 
       Tiempo después, El general Desiderio Arias regresó a la ciudad fantástica para quedarse definitivamente hasta el dia de hoy. Me contó que hasta Tolima Morillo, se le apareció ese dia por el campo santo, y se asustó tanto al ver a Desiderio, que dejó votado su lindo caballo. 
        “Ven…me dijo el doctor Kurioso, tengo otras cosas que contarte, del general Desiderio Arias. Te quiero decir, que una noche antes de que Desiderio Arias llegara a LIMBOTROPIA, yo hice un hermoso sueño con el general de la paz y el honor. En mí sueño, el general me decía: 
         “He llegado a  la comunidad de la cueva para inspeccionar las instalaciones militares y ver las condiciones y disposiciones para combatir al enemigo. El numero de soldados, y la situación de los pertrechos de guerras: Machetes, palos, colines, espadas, rifles y cachafuses con que cuentan”.
 
         Yo por mi parte, fui a enseñarle el cerro de la cueva, el acueducto, los escondites y trincheras artificiales...y ya cansados nos dimos un chapuzón en las aguas termales de la Pailita, de donde salió rejuvenecido, mucho mas joven, como un muchachón. Le dije, que estábamos dispuestos a ir a combatir con él donde fuera, pero él me contesto de inmediato: -“Aquí se necesita mucho mas”. 
       Aproveché para preguntarle algo que me inquietaba: “¿General, es cierto que Doña ILuminada Beliar es su pariente?
 
          -“¿Tu bien sabes que no? ¿Lo mismo podría yo preguntarte a ti? Yo también se que ella no es nada tuyo, pues ella es Beliar y tu abuelo era Armando Belliard, con doble ele (ll) y de (d) al terminar.
 
          “Se lo pregunto, mi general, porque aquel dia que Usted llegó con su madre donde mi abuelo, ella traía dos niños, pero nunca nos dejaron ver al otro. Por lo que yo llegué a pensar que quizás era una niña, y no un niño, su hermano”.
        Tengo que hacerte saber finalmente, que por alguna extraña razón, en su sueño, Tolima Morillo murió pensando que era Desiderio Arias. Ya que no pudo penetrar a las aguas termales y el lago de la eterna Juventud, que brota en la pailita, limbotropia, quiso imitar a Desiderio Arias (ETERNO GENERAL DE LA JUVENTUD), para sentirse jovial, él también. 
       Lamentablemente, su deseo se vio trunco, ya que su desmedida afición a los luases lo llevaron hasta la tumba, viejo, flaco, demente y decrepito, sin cumplir su propósito macabro:LA ETERNIDAD.
 
               Los complotados dejaron cadáveres por todos lados, entre ellos el del propio Jefe, Tolima Morillo, que según me cuentan, estaba ya senil y un poco loco, pensando que era Desiderio Arias. Todo como resultado de aquella sangre que se tomó del cadáver del patriota. 
      “ Como te decía, Yo era apenas un niño de teta, la primera vez que oí hablar de Desiderio Arias. Nunca pensé ni por asomo que lo iba yo, a volver a ver y tratar tan de cerca. En limbotropia he tenido el privilegio de compartir y enterarme de su propia voz, sobre los detalles mas recónditos de su martirizada vida”.
 
        Estas fueron las palabras del doctor Tételo Trombina Kurioso, cuando le preguntó si conocía al caudillo Cibaeño, mas famoso del siglo veinte (XX). Este conversatorio con el maestro, y vidente místico, se desarrolló en la metrópolis mágico-fabulosa, en una oportunidad que estuve yo aquí como invitado a un conclave de magos iniciados, con mi amigo BAMBILON.
 
         Hay quienes piensan que Desiderio Arias no tiene nada que ver con la ciudad maravillosa. Yo le quiero decir que, cuando el nació sus padres salieron corriendo de Muñoz, puerto Plata y se vinieron a esconder a Cañongo, Montecristi-Dajabón, en la línea Noroeste, donde mi abuelo, Armando Belliard, por eso, él, de nuevo vino a buscar refugio a las cuevas maravillosas de nuestra metrópolis, donde manda Doña ILuminada Beliar, la reina de las musas. 
      Ya te aclaré, que ella no es pariente de aquel Belliard, pero yo, El doctor Kurioso, si que soy nieto de Armando Belliard.  Tetelo Trombina Kurioso (Doctor Kurioso), es solo mi nombre de mago.
 
       No es nuevo que los perseguidos, por la injusticia del poder vengan a vivir a la urbe fantástica. Desde tiempos muy remotos a esta ciudad, han venido a refugiarse no solo los haitianos, que huyeron de la dictadura en mil novecientos treinta y siete (1937), cuando la masacre terrible, sino muchos otros patriotas, vivos y muertos siempre han visto en la ciudad fantástica un fértil remanso donde venir a descansar sin ser molestados en su libertad y libre albedrío.
 
      El señor Kurioso  me contó sobre Desiderio, porque dice: “Hoy…con tantos falsos patriotas, usureros de la política, que han vendido el país al narco-poder nacional y extranjero, quise hablarte de Desiderio Arias: Patriota, valiente, combativo guerrero de la libertad y la paz, pero con honor”.

NOTAS:
(*1) Carreras Aguilera, Pedro. Trujillo y la rebeldía Cibaena. Publicaciones Puertorriqueñas, Hato Rey, Puerto Rico, 2006. Pp. # 65.
(*2) “Trujillo, creía en el culto a los luases y estos le habían dicho, que si tomaba la sangre de sus enemigos mas poderosos nunca jamás caería del poder”. Carreras Aguilera, Pedro. Trujillo y la rebeldía Cibaena. Publicaciones Puertorriqueñas, Hato Rey, Puerto Rico, 2006. Pp. # 75.
 (*3) Carreras Aguilera, Pedro. Trujillo y la rebeldía Cibaena. Publicaciones Puertorriqueñas, Hato Rey, Puerto Rico, 2006. Pp. # 74.
  (*4) “Lo atestigua el galardón que recibió Rafael Suárez Vásquez por su composición poética, titulada “Trujillo, solo ante el peligro” donde presenta a Desiderio Arias como un vulgar delincuente y al dictador como el adalid justiciero” Carreras Aguilera, Pedro. Trujillo y la rebeldía Cibaena. Publicaciones Puertorriqueñas, Hato Rey, Puerto Rico, 2006. Pp. # 76. 




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